Estamos acostumbrados a comer dulces o mermeladas de fresas, de duraznos, las clásicas que compramos en el supermercado. Si quieres probar algo diferente, ¿por qué mejor no hacerlas tú misma? Y para sorprender a toda la familia, prueba con dos sabores muy originales: tomates y calabaza.

Para el dulce de tomate necesitas:

3 kg de tomates

Azúcar, cantidad necesaria

4 clavos de olor

Preparación:

Para esta receta elige tomates bien maduros, que debes pelar, pasándolos por agua hirviendo para despegar fácilmente su piel. Córtalos a la mitad, retira las semillas y escúrrelos. Cuando los tengas listos, pésalos, y mide el mismo peso de los tomates en azúcar. Es decir, que si tras pelarlos y quitar las semillas te quedó 1.5 kg de tomates, ese será el peso que utilizarás de azúcar. Coloca ambos, tomates y azúcar, en una cacerola. Distribuye allí los clavos de olor, tapa la olla, y deja reposar por dos horas, para que el azúcar se disuelva. Luego, lleva la olla a fuego fuerte hasta que comience a espesar. En ese punto, baja el fuego, y continúa la cocción, revolviendo de vez en cuando, hasta lograr el punto deseado. Cuando esté listo, apaga el fuego, retira la espuma que se forma en la parte superior, y deja enfriar, para poder colocar el dulce en frascos de vidrio previamente esterilizados, donde puedes conservarlo por mucho tiempo.

Para el dulce de zapallo o calabaza necesitas:

1 kg de calabaza

1 kg de azúcar

Cáscaras de naranja

Preparación:

Es muy similar a la preparación del dulce de tomates. Necesitas un kilo de calabaza o zapallo ya pelado, sin semillas y cortado en cubos, que cubrirás con un kilo de azúcar y dejarás reposar, preferentemente por al menos 4 horas. Puedes dejar esto preparado por la mañana, para terminar de hacer el dulce por la tarde. En la olla donde coloques la calabaza a reposar con azúcar, colocarás también unas cascaritas de naranja. Una vez macerado esto, lo llevamos a fuego suave hasta que la calabaza esté bien blanda. En ese momento, la pisas bien para que se forme un puré suave,  sube apenas un poco el fuego, y continúa cocinando, revolviendo de vez en cuando, hasta que espese. Deja enfriar y envasa en frascos de vidrio esterilizados.

Imagen de:  Directo al paladar

Escrito por Sofía Jauregui para Decocasa

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