Cheesecake de chocolate
Para los amantes de la repostería, y sobre todo para los fanáticos del chocolate, hoy tenemos una receta que seguramente se convertirá en tu caballito de batalla en todas las fiestas, reuniones, o cenas familiares: un delicioso cheesecake de chocolate. Es muy fácil de hacer, es rápida, y el resultado es sorprendente.
La masa base es muy sencilla. Tienes que moler 250 gramos de galletitas de chocolate, de las que mas te gusten. Hay quienes prefieren usar algunas galletitas rellenas que vienen con masas muy chocolatosas y son casi adictivas: en ese caso, abre una por una las galletitas y retira el relleno. Cuando las tengas bien bien molidas, añade 150 gramos de manteca pomada y mezcla bien para incorporar los ingredientes formando una masa. Depende el tipo de galletita que utilizaste, y el sabor que quieras obtener, puedes agregar dos cucharadas de cacao amargo en polvo. Suma una cucharadita de polvo de hornear, mezcla, y distribuye la masa forrando un molde para horno, pisándola bien con la parte posterior de una cuchara o con una espátula, cuidando que quede bien compactada.
Deja reposar mientras preparas el relleno. Es muy simple, solo debes poner en un bol 900 gramos de queso crema. Puedes usar un queso untable regular, o un mascarpone si quieres un plus de sabor. Incorpora 200 gramos de azúcar impalpable, 4 huevos, 1 cucharada de esencia de vainilla y una pizca de sal. Mezcla bien sin batir. Debes obtener una mezcla homogénea y suave. Agrega por último 300 gramos de chocolate amargo derretido previamente a baño maría. Ahora sí, bate enérgicamente por dos minutos. Esta es la preparación básica para el cheesecake de chocolate, a la que puedes agregar unos chips de chocolate negro, o de chocolate blanco, o unas nueces o almendras bien picadas si quieres sumar un poco de crocante a esta torta tan suave y sabrosa.
Vierte la preparación cremosa sobre el molde con la base de masa de galletitas y manteca, y lleva a horno suave, por aproximadamente 20 minutos. Deja enfriar antes de cortar. Puedes hacerle un baño de chocolate por encima, cubrirla con azúcar impalpable, o acompañarla con unos frutos rojos.
Esta torta es versátil, y puede funcionar muy bien para la hora del té, así como postre, acompañada tanto por un café como por una copa de vino dulce.
Imagen de: Comida Kraft
Escrito por Sofía Jauregui para Decocasa
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